Por cuestiones de trabajo tuve que viajar el día 10 de junio del presente a la siempre bella y tierrosa ciudad de Reynosa, Tamps iniciando mi viaje por autobus por cuestiones de seguridad, ya que en la actualidad la rúa que une a esta con Monterrey, es escenario de enfrentamientos del crimen organizado, entre ellos mismos, con federales, militares y con todo lo que se mueva, saliendo de Monterrey el autobús tomo por la autopista de cuota de entrada se encontraba vigilando la misma la PFP, suben y piden identificaciones a todos, ven a 6-seis indígenas veracruzanos y los bajan del autobús para preguntarlos hacia donde se dirigían y cual era el motivo de su viaje, después de tenerlos en el solazo por más de 15 minutos deciden dejarlos continuar con su viaje, 20 kilómetros más adelante, otro reten pero ahora del Ejército Mexicano, el mismo ritual, identifíquense todos, y vuelven a bajar a los indígenas veracruzanos, otros 15 minutos de interrogatorio y al final los dejan subir al autobús.
Al llegar a los límites de Tamaulipas, la oficina de Migración, sube un cuate y vuelve a aplicar la misma medida, pero ahora sólo bajo a uno de los indígenas, lo mete a su oficina con clima y ahí lo retiene cerca de 20 minutos, y lo deja ir, al menos no lo tuve en medio del solazo, que para esa hora estaba la temperatura como a 39 grados centígrados, continuamos con nuestro viaje; salimos de la rúa de cuota y mas adelante otro reten pero ahora de la policía municipal de Reynosa, el mismo procedimiento, bajan por enésima vez a los indígenas, en esta ocasión empezaron con dos, luego bajaron a sus parejas, cuatro enfrentando los gritos de los municipales (aún y cuando el resto del os encontrábamos arriba del autobús, no era difícil adivinar el maltrato por los aspavientos, gestos y cara de prepotencia del “policía” a cargo de ese reten), sube uno de los indígenas con lagrimas en los ojos y le dice a la tercera pareja que los acompañaba que si traían dinero, algo le contesta y baja de nueva cuenta del autobús, le informa al “comandante” y este manda uno de sus esbirros , sube el autobús y con una voz que no dejaba lugar a dudas de que también era veracruzano , dice “a ver donde están los otros dos , bájense ya”, bajan y le ordenan al chofer del autobús que siga con su camino, ahí se quedaron 6-seis mexicanos a causa de ser morenos, no más altos de 1.60 de estatura, pelo lacio y lampiños, Hazme el reputo y chingado favor de la discriminación de nuestra “autoridad” hacia las personas que son indígenas, se les olvida que también son mexicanos y gozan de las mismas garantías de los que no son indígenas, en verdad es indignante sustenten su criterio para apreciar los hechos en base a la apariencia de la gente.
Por aquí alguien dirá que porque el resto del pasaje no hizo nada para evitar dicho atropello, he aquí las otras cosas, los municipales están impedidos para pedir la documentación a las personas con las cuales acrediten la legal estancia en el Pais eso le compete única y exclusivamente al personal de migración; la única razón por la cual se encuentran ahí, es que su función es la de cumplir como halcones de la delincuencia organizada, lo cual pudimos comprobar como 800 metros mas adelante a un lado de la carretera entre los arboles, 5 camionetas de reciente modelo, hombres armados hasta los dientes con rifles de alto poder, esperando que los municipales les avisen si alguien de los que pasa es sospechoso y es merecer de un tratamiento de los que aplican, en verdad esto es nuestro México, HAZME EL CHINGADO FAVOR.
Cortesía de NEGRO DESPROCURADOR
FUENTE HAZME EL CHINGADO FAVOR
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